EL MUNDO QUE IMAGINAMOS LOS POETAS

EL MUNDO QUE IMAGINAMOS LOS POETAS
Atardecer en CostaAzul

miércoles, 28 de noviembre de 2007

..."VOY BUSCANDO LOS VERSOS"







BUSCANDO VERSOS

Voy buscando los versos
Que rimen con tu nombre
Y con el verbo amar.
Deben ser los más tersos,
Con emoción que asombre
Lo que quiero expresar.

Serán como el espejo
Nítido y transparente
De mis sueños de ayer.
Sonido de un arpegio
Que está siempre presente
Cuando te vuelvo a ver.

Y los versos maduran
Impregnando mi alma
Con un sabor de miel.
Son instantes que duran
En una dulce calma
Cuando encuentro a GABRIEL.

HOMENAJE AL DR.EDUARDO RITTER AISLÁN (1916-2006)


AMIGOS POETAS:

Su dedicatoria en el libro FLORIBEL: A Hilda de Payés, poetisa del dolor y la melancolía, con el aprecio cordial de Eduardo Ritter A.
San Salvador, Dic./88

DR. EDUARDO RITTER AISLÁN

ELEGÍA

Mas nadie explique a mis sentidos libres su misterio y tu nombre.

Antonio Morales Nadler (“Dionisio y el mar”)

Hoy visité tu tumba, Floribel.
Acumulada herrumbre
De lluvias y de polvos
Empañaban las letras
De tu nombre en la cruz.
En el hundido vientre de la tierra,
Ni siquiera el desmayo
De una hoja o de una flor:
Inmensa soledumbre
Para el diálogo mudo de la muerte.

¡Qué sola estaba, Floribel, tu tumba!

Poblados de memorias
Los subsuelos del alma,
Pude encontrar tu voz en el silencio.

Nadie supo, mujer, que tú llevabas
Un panal de ternezas
En la colmena frágil
De tus brazos sedientos.
Nadie supo que eras
Una campana de oro
Que esperaba los golpes del badajo
Para sonar con músicas de gloria.

Mil acosos sin treguas te hostigaron;
Las venas del martirio
Te las abrió la espada
De la humana maldad,
Pero tú fuiste buena
Con la bondad del agua,
Y rezaste por todos
Sin reservas ni dudas.

Fuiste la Magdalena
Que perdonó Jesús
Porque ungiste sus pies
Con aceites de amor.

Hoy visité tu tumba, Floribel.
Un racimo de flores entreabiertas
Aromaba el silencio
De una tumba vecina;
Me acerqué a su regalo
De fragancia y colores
Y le arranqué un capullo
Para la tumba tuya,
Que no roba quien roba
Una flor y la deja,
Prendida de una lágrima,
En el remate agudo de una cruz.

Tú rezabas por todos, Floribel,
¡yo he rezado por ti!



















































































BREVE EXORDIO


Hilda Interiano de Payés es una talentosa, delicada, fina y prolífica poetisa que canta porque guarda en el cofre de su alma una melódica sucesión de arpegios, trinos y arrullos. Para ella la vida tiene suavidades de alas, tenuidades de auroras, levedades de ocasos y caricias de rocío. Ella no ha conocido nunca las arideces del resentimiento, las filosas hebras de la animosidad. Cuando alguien la ha herido, ella invariablemente ha respondido con la balsámica levedad del perdón inmediato. Cuando ha encontrado inexplicablemente un gesto adusto, ella ha respondido con la espontánea floración de una sonrisa. De ella dije una vez –y me complace reiterarlo ahora- que va asperjando benignidad, nobleza, altruismo y generosidad aunque a ella le arrojen espinas, arpones y dardos.

El poemario que hoy tengo el privilegio de prologar, recoge un buen número de cantos que ella ha venido cincelando en sus ratos de solaz íntimo, descanso y ensoñación. No ha buscado perfecciones formales porque ha preferido dejar sin retoques los brotes naturales de su tierno corazón de mujer enamorada, afectuosa y sensible.

“En el Pinar” es uno de los cantos que dejan una suavidad de pétalos en el corazón. Lo he leído varias veces para extraerle toda su musicalidad lírica, su recóndita esencia jubilosa, su suavidad de céfiro, su jugosa limpidez de corazón.

“Peregrina de Amor” es un canto bellísimo que destila toda la miel de un corazón henchido de amor, caricias y ensueños:

Seguiré siendo peregrina,
Peregrina eterna del amor.
buscaré en la rica honda mina
poniendo de mí todo el fervor.
..............................................
Quisiera aferrarme a este suelo,
ya de tantos vuelos descansar,
dejar reposar mis anhelos
Y este espíritu libre aquietar.
...............................................
Creo que sólo habrá una manera
y es la de que tú quieras atar,
mi corazón, mi vida entera
a tus rosales que siempre he de amar.

Pablo Neruda, uno de mis poetas favoritos, ha dicho en sus memorias “que la tarea del escritor no es misteriosa ni mágica, sino que, por lo menos, la del poeta, es una tarea personal, de beneficio público. Lo más parecido a la poesía es un plato de cerámica, o una madera tiernamente labrada, aunque sea por torpes manos”.

No es tarea fácil analizar, examinar los vericuetos del corazón de una mujer de la superior calidad de Hilda Interiano de Payés. Hay tantas aristas novedosas, originales y recónditas que penetrar en ellos equivale a buscar una gema en un océano insondable de sacudimientos, vacilaciones y vorágines.

Ha hecho una valiosa aportación a la cultura de esta cálida, generosa y sufrida porción de tierra centroamericana, con la edición de esta obra que, estoy seguro, ocupará lugar preferente en la biblioteca de todos los estudiosos del quehacer literario contemporáneo.

Y ahora, lector amigo, te dejo en el umbral de una alameda de poesía genuina, fresca y lozana.

Dr. Eduardo Ritter Aislán
Poeta, Escritor y Diplomático Panameño







Embajada de Panamá
San Salvador, El Salvador


RESOLUCIÓN DE DUELO No.01/06

CONSIDERANDO



Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán nació en la Ciudad de Panamá, el 11 de septiembre de 1916 y fallece en la Ciudad de San Salvador, el 10 de junio de 2006;

Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán se destacó como diplomático ejemplar, ejerciendo el cargo de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de Panamá en Colombia, España, Guatemala, El Salvador y como Representante Permanente del país ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA);

Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán se distinguió como académico, periodista e intelectual de incuestionables méritos, honrando siempre los valores y las mejores tradiciones panameñas;

Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán desarrolló un constante ejercicio poético enraizado en su inagotable amor por las cosas bellas de la vida, en estrecha armonía con su profunda convicción humanista y solidaridad permanentes sin tregua;

Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán fue Ministro de Educación de la República de Panamá;

Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán ocupó y dio lustro a un sinnúmero de instituciones como Miembro de Número de la Academia Panameña y Salvadoreña de la Lengua, Presidente del Instituto Sanmartiniano Salvadoreño, Presidente del Instituto Panameño de Cultura Hispánica y Miembro del Ateneo de El Salvador, entre otros

Que el Doctor Eduardo Ritter Aislán fue tronco de honorable familia panameña, padre del Doctor Jorge Eduardo Ritter, ex Canciller de la República de Panamá;

RESUELVE

Primero: Acompañar a su esposa, hijos, nietos, familiares y amigos en estos momentos de pesar y transmitirles por este medio nuestras condolencias y solidaridad en la confianza de que el Poeta encontró el camino y entró a los predios del gozo celestial.


Segundo: Exaltar los méritos personales, profesionales y cívicos de Don Eduardo Ritter Aislán para beneficio de las futuras generaciones, exhortando a las autoridades del Ministerio de Educación de la Republica de Panamá y de El Salvador para que divulguen y promuevan profusamente la obra poética del autor fallecido.
Tercero: Asistir con una delegación de la Embajada de la República de Panamá en El Salvador, a las honras fúnebres de Don Eduardo Ritter Aislán.
Cuarto: Enviar copia de la presente Resolución a los deudos y familiares.Dado en la ciudad de San Salvador, a los trece días del mes de junio de dos mil seis

EDGAR SPENCE HERERA
Embajador



martes, 27 de noviembre de 2007


SOY GAVIOTA


Y yo seguí la ruta de las aves.
¡Me convertí en GAVIOTA!
Alas extendidas. Pecho erguido.
Ojos oteando el horizonte.
Volé por las praderas,
Por bosques nebulosos,
Sobre las aguas del mar
Y de los ríos.
Vi brotar manantiales
Y escuché el susurro de las aguas
Deslizándose sobre la piel de las rocas.
La naturaleza palpitaba en cada espora.
Vida de generación espontánea.
Brisa jugueteando entre pinares
Y las grullas en sus danzas etéreas.
Fue como un sueño. Terminó.
Todo quedó atrás.
Quise detener el vuelo y descansar,
Pero encontré arenas quemantes,
Tierras desérticas donde crece la fatiga.
Pensé en el hombre,
Sin futuro ni anhelos,
Sin sueños o esperanzas,
Flores marchitas del anochecer.
Mentes vacías de ilusiones,
Sólo ambiciones y falsa memoria.
Sin visión de futuro.
Sin hijos que educar.
Era la civilización. Final del Siglo XX.
Tecnología destructiva.
Computadoras cerebrales.
Ciudades de concreto. Cárceles frías.
Mentes enfermas. Corazones vacíos.
¡Control de la natalidad!
¿Cuánto tiempo pasó? ¡ Pocos años
y la tierra agonizaba!
Medio ambiente saturado de químicos.
Aire acondicionado sin proteínas.
La electrónica, haciendo descansar
Los músculos.
Banda sin fin para ejercitarse.
¡Pobre hombre! ¡Y yo, GAVIOTA!
En algún lugar quedará un árbol
Y contará su historia;
Seguiré el vuelo hasta posarme
En sus ramas,
y... después... ¿Hacia dónde?
Un mundo herido por la tecnología,
Y las guerras inacabables,
En el exterminio del hombre mismo.
Ya no hay música romántica
Sino ruidos espantosos.
¿Cuántos “decibeles”
rompiendo tímpanos?
¿Y el futuro? ¡Incierto!
¿Habrá futuro?
Materialismo puro.
¡Olvidaron a DIOS!
Sin alma, ni espíritu.
No existe el amor.
¡Pura materia!
Pero... ¡yo soy GAVIOTA!
Y, TENGO UN NIDO
EN ALGUN LUGAR DEL UNIVERSO.
Sigo la ruta de las aves,
¿Existirán ellas todavía?
¿Habrá un nuevo Génesis?
¡DIOS DIRA!

..."Y EN VOZ ALTA COMENCÉ A BAJAR SANTOS"
















¡ANGELES DEL SEÑOR!
-Una Insólita Experiencia-

Era el año de 1989. Año que ha dejado una huella de dolor, de nostalgia, de soledad. Una sensación de impotencia se ha apoderado de mi ser ante la tremenda tragedia que significó el atentado que sufriera mi hijo, el Ingeniero Gabriel Eugenio Payés Interiano, de manos de los enemigos de la democracia, el 19 de Julio. No quiero hablar de ese doloroso calvario que sufrió la familia y vivimos sus Padres, porque de lo contrario hurgaría dentro de las llagas que permanecen abiertas y no se pueden restañar.

Estaba en cuidados intensivos, atendido por excelentes médicos y rodeado de tanto amor que le prodigaba su familia y la simpatía de muchos amigos.

Un día, hubo necesidad de sacarlo del hospital por la urgencia de exámenes que sólo se podían hacer en otro que contaba con los aparatos modernos necesarios para realizarlo. Ver salir al hijo amado, en aquella ambulancia que lo conduciría al lugar indicado y que iba acompañado de médicos y enfermeras y el aparato respirador, fue el romperse la débil esperanza que había mantenido durante todo el tiempo.

La ambulancia sonando impaciente la sirena de emergencia y comenzó a correr por aquellas avenidas. Detrás, iba yo, a pie, como queriendo alcanzarla. Me acompañaba su esposa. Las dos corrimos desenfrenadamente hasta llegar al Colegio, que estaba a menos de tres cuadras y a donde íbamos todos los días para orar.

En ese lapso clamaba desde el fondo de mi alma, a Dios y a la Virgen, y en voz alta comencé a bajar a todos los Santos del Cielo, pues presentí que perdía a mi hijo y que yo ya nada podía hacer, mas que dejarlo en manos de nuestro Señor.

Entramos a la hermosa Capilla, donde él cuando era niño había hecho su Primera Comunión y nos arrodillamos, la nuera junto al Altar Mayor y yo me quedé en la primera banca, cerca de la puerta que da al enorme corredor.
Me sentía completamente descorazonada y ya mis fuerzas se habían agotado en la oración. Cuando más clamaba, con mis manos puestas sobre mi rostro, alcancé a ver a dos personajes enfrente de mí. En un instante pude observar que se trataba de dos monjes, vestidos con su hábito café, el cuello grande y la capucha que caía por detrás, también en su cintura un lazo blanco con un gran nudo y los cordones que caían sueltos sobre su indumentaria y las sandalias de los monjes como usan los franciscanos, por eso en ese instante aunque no podía comprender, en el fondo creí eran de esa Congregación.
Me sentí cansada y me senté en la banca y ellos también ocuparon un sitio uno a cada lado mío. No tenía tiempo para razonar. De nuevo seguía desde el fondo de mi corazón, clamando. Cerré los ojos, pero yo sentía un suave calor a mis costados.

De pronto volví en mí, abrí los ojos queriendo saber qué pasaba. Observé a ambos lados, pero no encontré a nadie. Habían desaparecido. Inmediatamente me puse de pie y llamé a mi nuera y le conté lo qué me había pasado, dándole la descripción de los dos personajes que tenían algo especial: eran morenos, tipo indígena y el cabello lacio, recortado un poco debajo de las orejas y con un flequillo sobre la frente. Quedó grabado estas imágenes y jamás las he podido olvidar.

Salimos de la Capilla y en el corredor encontramos al querido Hermano Marista, que le llamábamos Papá Chilo, había sido Profesor de mi hijo y nos había distinguido con una linda amistad a todos los de la familia, con un amor muy especial. Un tanto alterada, le conté la experiencia que acababa de suceder a mi alrededor y él, que era parasicólogo, con mucho cariño me dio algunas explicaciones y al final me dijo que era yo que estaba sumamente cansada y que tratara de calmarme, que el Señor me ayudaría y otros sabios consejos.

Tres días después, ya no pudo hacerse más y el Señor decidió que mi amado hijo lo acompañara hacia el Más Allá. El resto es de imaginarlo. Un dolor que sólo quienes aman con tanta ternura a sus seres queridos, pueden experimentar.

El último día de su Novenario en la Iglesia del Carmen, una enorme concurrencia nos acompañaba con el cariño de quienes lo conocieron y los amigos de la familia.

Con mi esposo nos sentamos en la primera banca, en medio la nuera y a mi derecha Papá Chilo. Yo no había puesto atención de lo que sucedía a mi alrededor, pues aún no realizaba lo que sucedía en mi corazón.
De repente, la nuera me preguntó si había visto la persona que estaba frente al Altar Mayor, revisando, supongo, si estaban todos los implementos para la Misa. Se retiró a la Sacristía y acto seguido regresó ya vestido para oficiar solemnemente la Santa Misa.

Lo increíble de todo es que, las facciones del Sacerdote eran tal cual yo las había visto en la Capilla del Colegio, sólo que en este caso era un personaje no dos como he explicado, lo más distintivo era su rostro tipo indígena y el flequillo sobre su frente.
Abstraída como estaba, tragándome las lágrimas que rodaban sobre mi rostro, no alcanzaba todavía a comprender esta experiencia. Cuando el Sacerdote comenzó su Homilía, empezó por explicar que él venía de paso de otro lugar de Sudamérica, que había parado en San Salvador y que al día siguiente regresaría a Costa Rica de donde era originario.

Cuando terminó la Misa todo mundo se volcó para expresarnos su pesar y yo no paraba de llorar, así que no reaccioné ante lo sucedido con el Sacerdote.

Después vino el cuestionamiento ¿por qué no le hablé? ¿por qué no le pedí su dirección o su nombre? Y quiero explicar que él mencionó que era de la Orden de los Dominicos y no franciscano como yo había creído de los dos personajes que me acompañarán toda mi vida en mi recuerdo.

Años después, mi hija se ha ido a vivir a Costa Rica, pero nunca he tratado de buscar a los Dominicos, porque lo veo difícil, sin embargo pueda que un día me encuentre con el Sacerdote que, por aquello de la casualidad y del destino, vino a oficiar la Misa para mi adorado hijo.

Ahora concluyo, creyendo que el Señor me envió dos Ángeles para confortarme en mi gran pena y que el recuerdo de que hubo un instante en que me tendió su mano y su apoyo para poder sobrellevar mi vida, es algo que debe permanecer en mi pensamiento y tener la certeza que Dios no desampara, no importando lo pecador que hayamos sido, el envía siempre sus palabras de fortaleza y de misericordia para todos.

Quiero decir con énfasis, que he sido un tanto incrédula en cuanto a situaciones de aparecidos y de fantasmas, a pesar que cuando era niña, en mi pequeño pueblo, la gente comentaba sobre experiencias insólitas, sin imaginarme que un día tendría una experiencia personal que me permite comprender que “HAY UN ALGO MÁS ALLÁ” y que debemos de confiar en la Misericordia del Padre Eterno.







Un año después, el Hermano Félix García, Papá Chilo, escribió un Poema para mi querido hijo, “RECORDANDO A GABRIEL” y en uno de sus párrafos dice:

“Tu mamá está muy dotada
de metapsíquicas artes
y con ellas te percibe,
se comunica contigo
con frecuencia y bien consciente:
Le rebosa el sentimiento
Encarnando tu existencia.
El papá tan doblegado
Por tu increíble partida,
Ha envejecido cien años,
Pero lucha y persevera
Por conservar tu memoria.”

lunes, 26 de noviembre de 2007

..."UN POEMA PROFÉTICO SE VA CUMPLIENDO"..MES DE LA INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA”.




"PARECE CUENTO"











DESOLACIÓN

La ciudad era hermosa cuando la conocí. Viejos edificios, de épocas de comienzos del Siglo XX. Sobresalía el estilo colonial, pero también encontrábamos el arte francés, en sus estructuras de lámina troquelada; balcones, puertas y zaguanes que hablaban del gusto exquisito de las gentes de esa época.
Algunas avenidas mostraban al centro, filas de árboles y flores que daban sombra y color para satisfacción de los caminantes. Los parques eran motivo de cuidados y algunos monumentos aún se yerguen en ellos. Un campo accesible para quienes gustaban las carreras de caballos, en pistas de barro, y en los alrededores se disfrutaba contemplando las Araucarias, frondosos Guanacastes, Flor de Fuego, Cortés Blanco con flores amarillas, extendidos Amates que los jovencitos gustaban en sus juegos de “bracear” y en fin, las plantas crecían casi por generación espontánea.
A pesar del clima cálido, era soportable ya que siempre había una brisa que refrescaba el ambiente. Personas de todas las edades tenían lugares de su preferencia, a donde concurrían para solazarse y aliviar su cansancio.
Llegó el modernismo y así de repente aparecen enormes construcciones de cemento y fueron desapareciendo las arboledas. Llegó la fiebre de grandes complejos comerciales y “sitios de diversión”. Los propietarios y constructores olvidaron todos los requisitos, que supone obliga la ley y los arbolitos que ofrecieron plantar son monumentos a la rigidez, y a los materiales plásticos. El verdor de los campos ha ido desapareciendo. Hoy la ciudad sufre de grandes inundaciones en los inviernos. Ya no hay árboles para proteger los mantos acuíferos, ni tierra que absorba el agua lluvia, la que corre libremente sin que nadie pueda detenerla y con su fuerza, arrastrando lo que halla a su paso, no importando si son personas o bienes. Los damnificados van creciendo en cifras.
Hoy, los habitantes de la capital y de pueblos cercanos, se encuentran conmovidos. El hacha y los tractores han dado cuenta del único pulmón que quedaba en la ciudad. El argumento, que no tiene ninguna justificación, es el modernismo que pide anchas avenidas, para que más vehículos corran desaforadamente lanzando humo contaminante que llenará los pulmones de las gentes.
Para quienes son amantes de la naturaleza, es una tragedia y también para aquellos pobres habitantes que sufrirán las consecuencias del destrozo causado.
¡DESOLACIÓN, es la palabra adecuada! Todos los razonamientos que se esgriman para querer convencer del beneficio que trae esta serie de proyectos, es inútil.
Está sucediendo en muchos países. No se comprende a los profesionales y encargados del Gobierno de esta planificación. Tiene mucho que ver la terrible ambición de los propietarios, que no se contentan con hacer las cosas de acuerdo con la capacidad del país y no hay duda, saben las consecuencias que sufrirá el pobre pueblo.
Tener de la noche a la mañana, esta terrible DESOLACIÓN ha hecho que muchos quedemos mudos, sin querer abrir los ojos, sin poder enfrentar una realidad tan triste que obliga evitar ir por esos lugares, tan abandonados, queriendo traer la modernidad, a costa del destrozo de un bien común.
SOY GAVIOTA, un poema profético que se va cumpliendo tristemente, por la falta de interés por cuidar la naturaleza, que se nos otorgó como regalo de Dios para los pobladores de la tierra. La Gaviota tendrá, un día no lejano, que volar y volar para buscar un árbol en donde posarse, y tomar aliento. ¿O habrá otro Génesis?

MARINA DE LA CUEVA
SAN SALVADOR, EL SALVADOR,
13 DE SEPTIEMBRE DE 2006
“MES DE LA INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA”.

NO DESEO GRANDES COSAS...! 06 de septiembre de 1987




Pero una choza en la montaña...







Para mi hijo Luis


Y mi prima Flavia Elisa







No deseo grandes cosas...¡




Pero una choza en la montaña!




Esa, de troncos gruesos y techo rojizo.




Esa, con su corredor al viento




Y horcones torcidos.




La que tiene un manantial de agua fresca.




La que otea el mundo desde la colina.



No deseo grandes cosas...¡




Pero una choza en la montaña!




Donde la quietud y la paz




Dancen en torno mío




Y pueda bostezar,




Estirar las piernas




Y recostarme sobre sus gramales,




Bajo la sombra protectora de los pinos




Para escuchar su sonido armonioso




Con los ojos muy abiertos.



Los ojos muy abiertos




Para contemplar el inmenso azul del cielo.




El horizonte en su línea difusa.






Las colinas de esmeralda






Y el Río serpenteando entre las rocas.






Seguir el apasionante vuelo del colibrí.






El multicolor encanto de corolas inquietas.






Los verdes cambiantes de los árboles






Y la luna tras el encaje de sus ramas






Bordando la noche con sus hilos de plata.



¡No deseo grandes cosas...!




¡Pero una choza en la montaña!




Dejar vagar mi pensamiento.




Componer versos sentimentales.




Recordar nostálgicas tonadas.




Gozar el deleitoso sabor de libertad.




Encontrar mi YO interior.



Renovar mi fe en el hombre y...




en cada nuevo amanecer dar gracias a Dios




por permitirme seguir siendo,




UNA VOLUNTARIOSA VAGABUNDA.


No deseo grandes cosas...




¡Ah!¡Pero una choza en la montaña!

6 de Septiembre de 1987

domingo, 25 de noviembre de 2007

...."VENÍAS DESDE EL CIELO, ENTRE NUBES"


A LA VIRGEN DE GUADALUPE

Venías desde el cielo, entre las nubes,
Majestuosa y bella, ¡Oh, gran Señora!
Era muy de mañana, temprana hora
Cuando el canto del mirlo hacia ti sube.

El campo parecía más hermoso,
En derredor quietud y dulce calma,
Allí con amor se enternece el alma,
De dulce paz el corazón se goza.

Estaba cerca y pude contemplarte
Tan espléndida. Divina Criatura,
Me cegó de emoción tal hermosura
Y un ansia enorme por saber amarte.

Caí sobre la tierra. Temblorosa.
Las lágrimas brotando de mis ojos.
Tú seguías bajando y yo de hinojos
Esperaba tu mirada piadosa.

De pronto me sentí tan conmovida
E indigna en tu Santísima presencia,
Rostro en la tierra invoqué tu clemencia
Cuando ya se iniciaba tu partida.

No comprendía el grande privilegio
De tenerte en mi sueño, tan patente,
Quedó en mi corazón siempre latente
Con encanto de un raro sortilegio.

Excelsa Madre, perfumada rosa,
Cúbrenos con tu manto protector,
Intercesora ante nuestro Señor
¡Madre! Por siempre eterna y bondadosa.

Ahora, muchos años han pasado
Y el sueño aquel como luz me acompaña,
El cristal de mi vida no se empaña
Pues conservo tu imagen que he guardado.







Virgen de Guadalupe, Madre Eterna,
Ven en mis sueños y en mis realidades.
Danos del cielo todas sus bondades,
Que el hombre goce alegría fraterna.

Invoco tu piedad y tu clemencia,
Virgen Santísima, Madre amorosa,
Reflejo en larga noche tenebrosa
Ilumina en los pueblos su conciencia.

Confiados que nos cubres con tu manto
Ya no habrá más temor ni desconsuelo,
El dulce sueño alejará el desvelo
Y acabará por siempre nuestro llanto.

(Sueño: 15 de Julio de 1952)



..."Y LA GAVIOTA TOMA SU TIEMPO! ¡SE HA RENOVADO!

¡COMO GAVIOTA!

Como gaviota que siente cansancio,
Después de recorrer distancias,
Amarrado los vientos,
Evadido tormentas,
Perdido horizontes,
Viene atenaceando la impaciencia.
Un deseo intenso por regresar al nido.
Ese espléndido nido
Construido en largas jornadas
De vuelos siderales,
Cimentado en raíces robustas
Forjadas con amor.

Amor, sustento del alma.
Fuerza para volver a los cielos
En el obligado gravitar del universo.
¡Un suspiro! Suspiro de desahogo.
Un sueño reparador.
Un llenarse de optimismo
Y continuar la forja del destino señalado.
Todavía queda tiempo.
Tiempo maravilloso como don preciado.
Todavía el espacio permite
Hilvanar tantos sueños imaginados
En largas noches de vigilia.



¡Y la gaviota toma su tiempo!
¡Se ha renovado! ¡Tiene nuevos brillos!
¡Ha recobrado fuerzas!
Hay la energía vital que sólo da el amor.
Amor imponderable que excede toda razón.
Amor por aquéllos que amamos y nos aman.

¡Volver a los cielos!
Recorrerlos en toda su dimensión.
¡Cuánta libertad! ¡Cuánto espacio infinito!
Recorrer caminos que sólo estaban
En nuestra imaginación.
Saber que hay propósitos que anima
Volver a elevarse, y luego,
¡El regreso!
Regresar al nido azul.
Cerca de los páramos de la esperanza.
Situarse en el resquicio de los montes
Que regalan su grata sombra.
Compartir el fruto de esos viajes siderales
Y saber que la vida es bella
Y que hermosas alas esperan ansiosas,
¡Envolver en su calor al ser amado!

* * *

21 de Mayo de 2002

"AMOR DE MADRE POR SIEMPRE COMPARTIDA"...












































Y SON CUATRO....


































Y son cuatro los tesoros de mi vida.
Y son cuatro los caminos del amor.
Yo los guardo con el alma enternecida,
Despiertan en mí con suave resplandor.

Cada uno es como la joya más preciosa,
Invaluable dentro de mi corazón,
Me señalan una senda tan hermosa
Que me llevan a ese mundo de ilusión.

Ese mundo donde el tiempo no fenece;
Tan estático en el azul de los recuerdos.
Es como un bálsamo de luz que permanece
En las imágenes sutiles del espectro.

Y son cuatro los momentos de mi vida.
Cuatro los estallidos de la emoción.
Preciosos instantes, calma bendecida,
Compendio de la dicha y de la ilusión.

Sensitivo florecer de los rosales,
Se estremece en imágenes el amor,
Son raudos los vuelos, tan sentimentales
Cuando de las entrañas nace el clamor.

Son cuatro las esperanzas compartidas,
Que resume de la dicha su esplendor,
Son tantas gracias por ellas consabidas
Justo premio que nos regaló el Señor.

Y son cuatro los caminos de mi vida,
Convergen en una sola dirección.
Amor de madre por siempre bendecida
Al influjo de santa y mística oración.

* * *

8 de Febrero de 1999.

CIUDAD MIA

Eres quieta y serena, ciudad mía.
Quieta en solemnidad de tu silencio.
Serena en luz azul de tu presencia.
Yo te amo porque eres paz y armonía.

En ti se conjugó una sinfonía
Con sonidos del pino y de la brisa,
Del manantial escapa una sonrisa,
Suave deleite para el alma mía.

Enredados en sutiles madejas
Los recuerdos comienzan a aflorar,
Siento del corazón el palpitar
Cuando huye el ave de sus tristes rejas.

¡COPÁN! Querido hogar de mis mayores!
Voz del río resuena en tu garganta,
Estirpe real, tu historia se agiganta
Y te envuelve en un aura de esplendores.

¡Ciudad mía! ¡Preciosa flor viviente!
Hoy te canto con voz enternecida
En esta nueva aurora, estremecida
Por mi amor para ti, ¡Grande y ferviente!

Copán Ruinas,
21 de Marzo, 1992.
Hilda Interiano de Payes
Marina de la Cueva

RECORDANDO A GABRIELÍN- POEMA DE "PAPÁ CHILO



RECORDANDO A GABRIELIN

Gabrielín!, tú no has muerto,
Te encontramos aún entre nosotros;
Por doquiera te hallamos:
En la casa, en la mesa,
En la misma oficina,
En tu continuo trato;
Sólo contigo estamos,
Y por doquiera vamos,
Tu Recuerdo nos sigue;
Porque tu huella vive
Y por ella seguimos
Tu ejemplar existencia,
La bondad de tu trato,
El fulgor de tu mente,
Al genial empresario,
Disertante elocuente,
El primoroso hermano,
El esposo adorado,
El hijo idolatrado:
Un florón de promesas
De un porvenir milagro!

Gabrielín!, tú no has muerto:
Tu papá, tu mamá,
Tus hermanos, tu hijito,
Tu desolada esposa
Y sinceros amigos,
Por doquier siguen viéndote
Porque siguen pensándote.
Se nos hizo imposible
Vivir sin recordarte.
Tú te fuiste a la Gloria
Y nos dejaste inhálitos
Con el último abrazo!...

Los que sí que están muertos
Son tus crueles verdugos
Porque llevan sus almas
Muertas por tu Martirio;
Porque sellan en vida
La razón de existir:
Al silenciar tu pluma
No dudaron privarte
Del mayor de los bienes
Con que Dios dotó al hombre:
Y así, ciegos, fanáticos
Se sepultaron vivos en
En su propia mazmorra,

la conciencia hecha trizas!...

La dignidad del reo
Y su honor heroico
Abrumó a sus contrarios
Que sólo asesinándolo
Pudieron silenciarlo.

Gabrielín!, tú no has muerto
Porque a ti te mataron
Sin que nadie te acuse,
Al año de tu martirio
Tu memoria perdura:
Junto a ti reunidos
En este aniversario
De tu entrada a la Gloria.
Y nosotros añorándote
Seguimos tu voz oyendo,
Sellan los pasos tus huellas
Y habla de ti hasta el pronóstico;
Se capta tu andar resuelto,
Suena en los aires tu voz,
El pensamiento se encarna
Y percíbese tu imagen.

Todo es presencia, no ausencia:
Te pensamos, te queremos,
Te añoramos y lloramos,
Mas esperamos muy firmes
Que esta ilusión brille siempre
Y se torne en realidad,
Porque el AMOR no fenece
AMOR ES ESTERNIDAD!...

Qué contraste, Gabrielín!,
Tu vida Exitosa y rota
Y tu trágico final
Frente a tu bella existencia!...
Competente, magistral
Se cruza como el relámpago
Vil pasión de envidia insana
Que te destriza y destruye!...

La pasión salió triunfante
Sobre la inocente víctima
Que deja tendida en tierra,
Esmaltando, con su sangre,
De amapolas nuestra urbe:
Mas esa sangre escarlata
Se unió a la que derramara
El divo Mártir del Gólgota
Por Gabrielín redimiéndole
En treinta días agónico
Recibiendo en homenaje,
De sus seres más queridos,
En estrechura de abrazos
De caricias y de besos
Finísimas atenciones
En el crisol de su agobio!...
No podían resignarse
Cuando decidió partir
A la mansión de los justos
Por su muerte martirial!...
Pobrecitos y menguados
Quienes, viles, te ultimaron..

-LA GLORIA ES PARA LOS JUSTOS,
DEL CONTUMAZ, EL AVERNO-

Nosotros somos cristianos,
No odiamos y perdonamos
Como María Goreti
Que cosida a puñaladas
Y abrasándose de fiebre
Perdonara a su verdugo
Y pide al Señor que en la Gloria
Junto a ella esté Serenelli.

Gabrielín!... sigues viviendo
Y vivirás para siempre
En la mansión de los justos,
Pero también, Gabrielín,
Convives entre nosotros.

Como ves, todo es recuerdo,
Añoranza y obsesión
Al ver tu vida segada
Con tan execrable crimen.

Tu mamá está muy dotada
De metapsíquicas artes
Y con ellas te percibe,
Se comunica contigo
Con frecuencia y bien consciente:
Le rebosa el sentimiento
Encarnando tu existencia.
El papá tan doblegado
Por tu increíble partida
Ha envejecido cien años,
Pero lucha y persevera
Por conservar tu memoria.
Margarita en tu oficina
Computando los instantes
Por conservar el prestigio
De tu Empresa de gigante.

Así todos tus hermanos,
Admiradores y amigos
Quedaron petrificados
Y afligidos te recuerdan
Reclamando tu existencia
Y encomendándote a Dios.
Que a todos el sentimiento
Nos hizo por ti elocuentes
En el perenne recuerdo,
En la oración resignada;
Reunidos en familia,
Entregados al deber;
Y nuestras ardientes lágrimas
Son perlas con que grabamos
Tu sempiterno recuerdo.
Gabrielín, entre nosotros
Esperando hasta llevarnos
Con él todos a la Gloria!...

Del Primer Aniversario
Nuestra celebración
Es de Cristianismo auténtico
Porque esperamos con fe,
Porque los que mueren viven
Y los que matan perecen:
ANTE DIOS, TODOS LOS PLEITOS
SE RESOLVERÁN JUSTÍSIMOS.

Con todo aprecio y húmedo recuerdo,
(firma)



Hno. Félix García (Hno.Marista)
Papá Chilo

"APRENDÍ A AMARTE DESDE LAS ENTRAÑAS DE MI SER"







"Aprendi a amarte desde las entrañas de mi ser"






A P R E N D Í .......



Aprendí a amarte desde las entrañas de mi ser.
Aprendí a enfrentar la vida para que fueras feliz.
Aprendí que eras Ser Privilegiado por tu sabiduría.
Aprendí que con tus hermanos eran mi preciado tesoro.

Supe que tu llegada llenaba grandes expectativas.
Supe que la luna llena un día de Navidad era buen presagio.
Supe que desde entonces el Señor te había señalado.
Supe que eras el centro de nuestra propia existencia.

Dejaste guardado el Decálogo hermoso de tu vida.
Dejaste recuerdos imperecederos, presente cada día.
Dejaste para mí flores de porcelana que son inmortales.
Dejaste en mis oído la música de Bach, en una danza etérea.

Ahora, tu ausencia hiere los poros de mi cuerpo.
Ahora soy como Ilota perdido en la oscuridad.
Ahora sé cuan difícil comprender tu sacrificio.
Ahora sigo la búsqueda en los espejos del dolor.

Comprendo que tu alma y la mía se identificaban.
Comprendo que repetidamente perdonabas.
Comprendo que trabajo fue la meta de tu vida.
Comprendo cuánto amabas y confiabas en DIOS.

Hoy, este día es como tantos otros llenos de melancolía.
Hoy realizo que el Señor me dice que hay mucho por hacer.
Hoy, mi familia es más unida y está muy cerca.
HOY PUEDO DECIRTE QUE TE AMO MUCHO MAS.

A Gabrielín, recordando su martirologio.
Su madre: MARINA
Fecha: 19 de Julio, 2006

SAC NICTÉ - POESÍA


SAC NICTE*


He caminado siglos para llegar a tí.
Sabía que existías en algún lugar lejano.
Búsqueda incansable de mi propio destino
enredada en marañas donde casi perdí.

Se impuso el coraje, tozudez y locura,
porque sin la locura no te podría buscar.
Me volví vagabunda, recorrí las montañas,
ríos, valles; sobre agujas de pino dormí.

El sol era mi guía, la luna mi ilusión.
Oteaba el horizonte buscando una señal
o rutas de cometas, por donde continuar
la larga travesía que me llevara a mi lar.

Recuerdo la ciudad desde donde partí.
Templos, pirámides, plazas ceremoniales
en que alguna vez dancé, al romperse el hechizo
quedé sola, vacía y en la niebla me perdí.

Ahora, segura que existes, te voy a encontrar.
Lucirá Flor de Fuego mi negra cabellera,
la pitahaya me dará su rubor, luz de luna
tendrá mi mirada y te juro que te voy atrapar.

Ojo de Agua: dí que soy bella para mi amado.
En pomo azul le guardaré mis besos.
Soy Sac-Nicté, enredadera ceñida a tu cuerpo,
no dejaré que se aleje de mí. Nunca jamás!

Marina de la Cueva