OBRA DE LA SERIE "CREACIÓN"
AUTOR: RAMÓN GONZÁLEZ LUGO- PUERTO RICO
MARGARITA DE FUEGO
Altiva princesa de la noche
carcelera de mi mente.
Cada día me causa heridas
mi impaciencia por verte.
Ardiente fuego me consume
y este bravo caballero,
se ha vuelto juguete de tus juegos.
No puede el escudo detener
los dardos de tu cuerpo.
Soy víctima de tu trampa
atrapado en la red de tu belleza.
Bárbara, sensual, beldad, princesa.
De hinojos arrodillado me encuentro
antes tus piernas.
Ya el bronce se derrite
y en calor se ahoga la malla
y armadura.
Sin poder defenderme de tu pasión.
Heroína de salvaje hermosura.
He osado tocar tus labios, dos llamas
y no puedo detener las flamas
que aguijonean todos mis sentidos.
Tu astucia de mujer vence a mi fuerza
Y no puedo conquistarte a pesar de mi esfuerzo.
Soberbia heroína de los truenos.
Walkiria de las pesadas cadenas,
esas mismas que una vez
forjé para tu cuello.
Ardiente fuego me consume
y veo en tu porte altivo
el orgullo de la presa hecha.
No puedo liberarme de tus ágiles miembros.
Hoy este Ángel vive prisionero
de Margarita Princesa de Fuego.
Bárbara hermosura que es mi tortura.
Es mi prisión. Es mi deseo.
Margarita de Fuego,
grilletes tus ojos grises,
tus labios dagas de acero,
tus manos dorados rayos de fuego.
Y yo, tu víctima que no profiere
mis ayes lastimeros.
He osado tocar a una diosa.
Buscar el fuego eterno como Prometeo
y tus besos son puñales en mi cuerpo,
ahora conquistas mi alma,
igual que tu capricho juego con mi cuerpo.
Bárbara Margarita de Fuego.
Princesa de hierro.
Nunca abandonaré la constante lucha
en el amor, que es un campo de batalla.
Serás presa del amor que te tengo.
Serás prisionera de mis requiebros.
Serás esclava de mis deseos.
Y no podrás evitar decirme te quiero.
Mañana serás el Ángel prisionero
y yo tu dulce carcelero,
proveedor de la dicha de tus deseos.
Proveedor del amor, suave sufrimiento
que sin dolor será tu alimento.
Mañana, desnuda,
sin la armadura de tus juegos
estarás envuelta en mil cadenas
de mis sentimientos
y serás mi eterna prisionera.
Ardiente fuego te consume
y hoy altivo y orgulloso, te veo mi presa,
sin poder liberarte de mis susurros,
de mis versos.
Altiva Princesa de la noche.
Margarita de Fuego,
empezamos de nuevo el cuento?
Lee la primera estrofa,
Porque ambos somos eternos!